
Hasta en “la mejor ciudad para vivir” –según aquel eslogan municipal- la crisis se hace ver y sentir. Como en el centro, donde cada vez hay más y más locales vacíos. Por el disparate que los dueños piden por renovar alquileres, comercios emblemáticos optaron por mudarse, y otros no tuvieron más salida que bajar sus persianas para siempre, impulsados también por la merma de las ventas en los últimos meses. Los números oficiales confirman que el comercio rosarino se contrae: entre enero y abril de este año cayó un 15 por ciento la habilitación de nuevos negocios en Rosario, respecto de los primeros cuatro meses de 2008.
“El alquiler está alcanzando niveles superiores al 10 por ciento de la facturación. Eso lleva al abandono de los locales y al cierre de sucursales”, sostuvo el presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso, quien reveló que en calle San Luis, locales de 6 mil pesos de alquiler mensual se fueron a 14 mil. El titular de la Asociación Amigos de la Peatonal Córdoba, Nelson Graells, sostuvo que “hay varios propietarios que vienen de cinco años de aumentos permanentes, y ahora reaccionan porque no es un año adecuado para tocar los alquileres”.
Javier Grandinetti, desde la Cámara Inmobiliaria de Rosario, reconoció que en algunos contratos “se han solicitado precios bastante importantes”. En momentos de incertidumbre, “el riesgo siempre repercute en el precio, entonces el propietario espera o retira de la oferta su local, y otros lo trasladan elevando el precio”, explicó.
El juguetero Francisco Benzi mostró su preocupación “porque la calle Córdoba se ve desprestigiada con locales vacíos que juntan mugre, y que van a quedar así un largo tiempo”. El presagio tiene su asidero en los números oficiales. Según confirmó a Crítica de Santa Fe la directora de Habilitación de Industrias, Comercios y Servicios, Marianela Mosconi, de enero a abril la apertura de nuevos comercios cayó un 15 por ciento en relación con igual período de 2008. “Hasta abril ingresaron 1.000 solicitudes de apertura, unas 150 menos que en igual período del año pasado”, explicó la funcionaria, quien además detalló que la mayoría de los pedidos corresponden a pequeños comercios como granjas, kioscos y boutiques.
Basta con dar una vuelta por el centro para ver cómo se multiplican los locales cerrados y anuncios de liquidación por traslados. Un caso emblemático es el de la tradicional disquería Tal Cual, de Córdoba al 1100, que cerró sus puertas hace pocos días empujada por el aumento de los costos y la retirada de clientes. Horacio Taletti meditó mucho la decisión, después de 24 años de permanencia en el lugar, pero reconoció que “no estaba con los niveles de venta que debería estar, y además, el alquiler estaba volviéndose muy importante”. El aumento de otros gastos como luz, sueldos y seguridad, también hicieron lo suyo y hoy la disquería quedó reducida a su casa central de San Luis y Mitre, muy lejos de aquellas épocas en que Tal Cual había llegado a tener 11 sucursales en la ciudad.
Antes que cerrar, otros comercios buscan instalarse en calles perpendiculares y más alejadas de la peatonal como España, Italia o Dorrego, para bajar los costos de alquileres. Otros eligen cerrar sucursales de baja rentabilidad y hacer blanco en los shoppings. Toyland, la juguetería ubicada en el Palacio Minetti, también dejó el local por las elevadas pretensiones del dueño. En ese lugar se anuncia la apertura de una sucursal del banco Supervielle, situación a la que los comerciantes se oponen porque “a medida que las entidades financieras ocupen la peatonal Córdoba, va a dejar de ser una zona comercial para convertirse en lo que es hoy calle Santa Fe, donde no hay negocios”.
Mientras Soso brega por un acuerdo entre comerciantes y propietarios para rebajar entre un 10 y un 15 por ciento los alquileres, para Grandinetti el tiempo hará que las partes se vuelvan a juntar. “Ningún propietario va a mantener su local sin alquilar, deberá reacomodar su precio”, infirió. Aunque mientras ese tiempo llega, puede ser muy tarde para algunos. Graells explicó que el futuro de muchos comercios del centro se definirá a mitad de año, cuando “cada empresario evalúe cómo está financieramente y qué tiene para comenzar la temporada de verano”. Pero para llegar, está claro, habrá que pasar el invierno.
Fuente | CríticaDigital